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cuentos de navidad españoles

El día de Reyes

La llegada de la Navidad lleva aparejada un buen número de tradiciones, novelas y películas que se repiten año tras año. Pero si hay algo bastante desconocido que plasma las historias y vivencias que nos contaron nuestros padres y abuelos son los cuentos españoles de Navidad.

En la selección de relatos que aquí se ofrece, algunos de los mejores autores de nuestra literatura narran con maestría la realidad y costumbres populares de su tiempo, pero también la fe alegre, sencilla y profunda y la esperanza propias de la celebración de la de Navidad, reflejando la huella que han dejado en la forma de ser y de vivir de los españoles.

 

LOS MAGOS. Emilia Pardo Bazán (fragmento)

…Melchor guardó silencio. Para él no se había ocultado la estrella ni un segundo. Al contrario, su luz se hacía más fulgurante a medida que adelantaban, que se aproximaban al establo. Y en su imaginación, Melchor lo veía: una cueva abierta en la caliza, un pesebre mullido con paja y heno, una mujer joven y celestialmente bella agasajando a un Niño tiernecito, que tiembla de frío; un Niño humilde, rosado, blanco, que bendice, que no llora. Lo singular es que la cueva, en vez de estar oscura, se halla inundada de luz, y que una música inefable apenas perceptible, idealmente delicada y melodiosa resuena en sus ámbitos. La cueva parece que es toda ella claridad y armonía. Melchor oye extasiado; se baña, se sumerge en la deliciosa música y en los resplandores de oro que llenan la caverna y cercan al Niño.

  • ¿No oyes, Melchor? Te preguntamos si debemos continuar el viaje… o volvernos a nuestra patria, por no ser encarcelados y oprimidos aquí.
  • Y vosotros, ¿no oís la música? – repite Melchor, por cuyas mejillas de ébano resbalan gotas de dulce llanto.
  • Nada oímos, nada vemos… - responden los dos magos, afligidos.
  • Orad, y veréis… Orad, y oiréis… Orad, y Dios se revelará a vosotros.

Magos y séquito echan pie a tierra, extienden los tapices, y de pie sobre ellos, vuelta la cara al Oriente, elevan su plegaria. Y la estrella, poco a poco, como una mirada de moribundo que se reanima al aproximarse al lecho de un ser querido, va extendiéndose, destellando, hasta iluminar completamente el sendero, que se alarga y penetra en la montaña, en dirección de Belén…

 

El día de Reyes. Cuentos de Navidad.

Francisco José Gómez Fernández

Ediciones Encuentro

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